Cuando se menciona la expresión «Ángel» esto hace referencia a una antigua palabra cuyo origen se haya en las raíces hebreas: “Mal’akh” (מַלְאָךְ), concretamente en la raíz semítica L – K.
Malajk; Malaj o Mal’akh vienen a significar «Enviar» o “Trabajo”. Aunque también se designa como «Mensajero«.
Un ejemplo de esto, lo hallamos en ciertos textos sagrados, donde se indica que los “Malaj” eran “Los Mensajeros de Dios”, los cuales transmitían sus Mensajes en momentos trascendentales u ocasiones “clave”.
Un claro ejemplo lo encontramos en el relato de la Anunciación (la “Visita a María” donde el Ángel Gabriel le anuncia que será la madre del Hijo del Hombre o Hijo Divino) que, aún traducida de diferentes formas, no cambia su relación con lo anteriormente dispuesto:
Si entendemos que una Encomienda representa un “Mandato” o “Compromiso”, que ha adquirido la “Entidad Celeste”, que van desde “Misivas Espirituales” (para las cuales están previamente destinados), a la realización de ciertos “Encargos”, o inclusive Recomendaciones”, entenderemos que estas “Seres” o “Entidades” están ejecutando una Labor (o un Trabajo); el cual les ha sido encomendado pues éste se ha dispuesto o ha sido establecido (esto para los creyentes) dentro del Plan Divino.
Se dice, de hecho, sobre los Ángeles que su “Ocupación” (o sea, la “Tarea Encomendada”), sus “Funciones” (Cargos) y “Misivas” (Mensajes o Misiones) van desde labores muy básicas y meramente orientativas a otras mucho más dilatadas, complejas y ampliamente extensas que sirven para Orientar, Regir o Guiar a otros, e incluso para Protegerlos. Esto varía en dependencia al Grado o Jerarquía a la cual cada “Entidad” pertenezca.
Regresando a la palabra Mal’akh una cuestión interesante de mencionar sería el observar la dilatación de la propia palabra, como en el caso de la extensión de la palabra hasta la construcción léxica de Malakhias (o Μαλαχίας) que hace mención al nombre del profeta Malaquías, el cual se dice que es el autor del Libro de Malaquías, valga la redundancia. Así podremos observar un ejemplo con respecto a la cuestión anterior sobre los “Enviados” y sus “Encargos”.
El ejemplo lo tenemos en Malaquías 3:1 Nueva Versión Internacional – Español (NVI) donde dice:
“Yo estoy por enviar a Mi Mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su Templo el Señor a quien ustedes buscan; Vendrá el Mensajero del Pacto, a quien ustedes desean» —dice el Señor de los Ejércitos”.
Ampliando el texto (en otra versión más moderna incluso) observaremos que la palabra “Mensajero” se sigue usando de forma reiterada como acontece en Malaquías 3:1-2 Traducción en Lenguaje Actual (TLA) donde se expresa lo siguiente:
“El Dios Todopoderoso ha dicho: << ¡Miren al Mensajero de Mi Pacto!
Ustedes esperan su llegada y él ya se ha puesto en marcha. Lo estoy enviando delante de mí, para que me prepare el Camino. Cuando menos lo esperen, yo entraré en Mi Templo. Yo Soy el Dios Todopoderoso, a quienes ustedes buscan. Mi Mensajero ya viene. Pero cuando llegue, nadie va a poder resistir su Presencia. ¡Ese día nadie va a poder mantenerse en pie! Mi Mensajero es como el Fuego que purifica los metales, es como el jabón que limpia la mugre.>>”
Zi-Enki
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